jueves, 15 de noviembre de 2012

IFRS en Chile


Durante los últimos tres años los temas de convergencia ocuparon gran cantidad de las agendas de reuniones de administración y directorios de las empresas reguladas por alguna Superintendencia. Sin embargo la gran mayoría de estas entidades ya han pasado de la etapa de implementación a una realidad de reportes bajo IFRS donde ahora sólo les restará preocuparse de la actualización de los efectos producidos por las nuevas normativas pero como una tarea de mantención. Al parecer a fines de este año 2011 ya se podrá decir con propiedad, que para las empresas reguladas las IFRS son realidad.
IFRS en Chile
¿A quienes les corresponde ahora?



Pareciera que la respuesta es aquellas entidades no reguladas, muchas de ellas conocidas como medianas y pequeñas empresas. ¿Estarán preparadas? ¿Tendrán las mismas dificultades que enfrentaron en su oportunidad las empresas reguladas? ¿Los procesos de implementación serán similares? ¿Será necesario incurrir en costos adicionales como parte del proceso de implementación?
Si bien es cierto que hasta fines del tercer trimestre del año pasado, las compañías no reguladas se habían mostrado como meras espectadoras de este cambio, ya a contar del último trimestre algunas administraciones superiores de tales empresas, empezaron a preocuparse de este nuevo marco normativo quizás motivadas porque debieron entregar estados financieros pro forma, preparados bajo normas IFRS a sus matrices, por ser estas últimas entes obligados a reportar bajo este nuevo lenguaje financiero contable.
Considerando la experiencia práctica de las empresas que ya están en IFRS, bajo una mirada independiente, se pudo constatar que en realidad los problemas si bien no eran los mismos cuantitativamente si eran similares desde la perspectiva cualitativa. Tales empresas no estaban preparadas ya sea desde el punto de vista de los recursos financieros y tecnológicos, como lo más relevante desde el punto de vista del conocimiento que los ejecutivos y personal clave tenían sobre este nuevo lenguaje, para muchos incluso desconocido e incierto.
Entonces ¿cuál es la mejor práctica que permite ser exitoso en este nuevo proceso? La receta es la planificación y ejecución anticipada. La convergencia es un proceso, que implica diagnosticar y anticipar los impactos cualitativos y cuantitativos que se generarán. Este también exige diseñar un plan ordenado de implementación el cual a su vez requiere definir y administrar los recursos que se destinarán a esta implantación, puesto que todo proceso significa costos e inversiones y el querer ignorarlos completamente no resulta factible
¿Qué es lo novedoso que se debiera enfrentar? ¿Cuál será la discusión que uno puede proyectar y que no se presentó para el caso de las entidades reguladas? Al parecer la discusión que se avecina, entre otras, es si deberán aplicar la nueva norma para la pequeña y mediana empresa o aplicar las normas internacionales completas como lo ocurrido hasta la fecha. Lo anterior no es una cuestión trivial dado que el decidir aplicar una u otras significará un proceso distinto y que se traducirá en más o menos simplicidad y por ende en economía de recursos.
Si se respeta el calendario esperado para la implementación obligatoria de las IFRS, según lo último señalado por los encargados de impartir las normas de contabilidad de general aceptación, el plazo en nuestro país será el 1° de enero del año 2013 y si se computa a su vez el año de transición que esta normativa exige definir como primera adopción y que corresponde al año anterior al ejercicio de la obligatoriedad, el plazo se reduce al 1° de enero del 2012, es decir en sólo un año más. Como el desafío ya está cerca, cabe hacerse a lo menos las siguientes preguntas; ¿Cuáles son las opciones que tenemos? ¿Qué impactos nos generará la convergencia? ¿Podemos aplicar la norma para PYMES? ¿Tenemos contemplado presupuestos?
En resumen el tema de las IFRS para entidades no reguladas, sin hacer distinción alguna del tamaño de ellas, ya esta presente, pues a contar del 1 de enero de 2012,, estos entes se tendrán que preocupar de tener personal capacitado en esta nueva normativa contable; actualizar sus procesos de administración y sistemas de información financiero contable para que estén adecuados a estas normas; revisar e implementar los cambios y/o adecuaciones de la infraestructura tecnológica; y, lo importante que los entes entiendan que a nivel de los Gobiernos Corporativos de las entidades, de acuerdo a las mejores practicas de los negocios, deben tener una información financiero contable de calidad, transparente y de acuerdo a estándares internacionales. Para ello los Consultores de Empresas, como nuestra Firma, contamos con los recursos profesionales y la experiencia concreta en IFRS, y por ello estamos en condiciones de asesorar a los ejecutivos superiores de las empresas no reguladas en esta nueva normativa contable de relevancia para el proceso de toma de decisiones.



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